Dios salve a la Reina!

Gracioso fue escuchar la conversación de unos colegas, donde uno le decía al otro “la tecnología avanza, los que no avanzamos somos nosotros”. Y luego, tan rápido como apareció mi risotada, llegó la reflexión. 

Más allá de dejar la política de lado, ya que no es el fin de este blog, vale la pena dejar en claro, la cantidad de resellers que hay en el país y la masacre comercial que se está gestando producto de decisiones que, a mi criterio salen desde la desinformación que hay en el gobierno con respecto a nuestro rubro, que tan a pulmón tratamos de mantener en alto, aún cuando los vaivenes económicos se empecinan en destruirnos.

Pero como siempre digo, antes de acusar con el dedo y hacer partícipe de nuestro fracaso al resto del mundo (discos bajo agua, dólar por las nubes, importaciones… y vaya a saber cuantos tsunamis más se nos avecinan), debemos reflexionar que es lo que hacemos y tan mal.

Sin dudas, la falta de un ente que nos represente hace que no tengamos fuerza de voz para gritar a los cuatro vientos, cuando se toman decisiones sin saber las consecuencias. Y los resultados están a la vista: desde exportadores de limones hasta la compra de viñedos y aceiteras para salir de este laberinto –que parece no tener salida- hace que se escuche en los pasillos de la tecnología un “sálvese quien pueda”.

Lejos estoy de ese pensamiento individualista y más triste me pone, el ver que nadie levanta la mano par decir: “Señores, es hora de unirnos más allá de nuestras diferencias”.  No me imagino a los transportistas viendo como cada uno salva sus viajes o a los docentes cuando los acusan de trabajar 4 horas por día, sin siquiera tener derecho a réplica. Muy por el contrario a nosotros, su VOZ se escucha, se transmite en los medios y sin dudas, hace que aquel que se mete con ellos, piense dos veces o lo que es mejor, se permita un debate con las autoridades de turno.

Claro que con este escrito no pretendo unir a todos los resellers, distribuidores y marcas, pero al menos, quiero aportar mi gota de agua en este océano que nos lo debemos por todo el camino que hemos transitado y luchado para que hoy la tecnología en nuestro país esté donde está (o donde estaba). 

En mis tiempos donde estudiaba docencia (y esto fue hace mucho), me enseñaron en una clase sociología que “EL TODO ES MAYOR QUE LA SUMA DE LAS PARTES”. Ojalá todos entendamos de una vez y por todas, que las individualidades no sirven cuando se trata de algo mayor a nosotros. Nuestro esfuerzo diario carecerá de sentido si no nos comprometemos, nos unimos y empezamos a tirar todos del mismo carro. Y créanme que se puede. Lo que no podemos es seguir callados o esperando que los miedos se hagan realidad.

Así es, que los invito a que levanten la mano y cada uno desde sus rincones haga su aporte a este rubro al cual nos debemos y empecemos a generar ese zumbido que sin dudas nos hará fuertes.

Por lo pronto, no dejemos de salvar a nuestra reina “las licencias”, que como ya les he dicho hace algún tiempo, serán fundamentales para palear esta crisis que una vez más, nos acecha.

God save the queen!